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Reflexiones sobre el amor de Germán Uribe

Corazón de piedra en la arena

El amor es la razón del corazón.

En situación de pareja se es menos vulnerable en la de la amistad que en la del amor.

Cuando vamos hacia el amor, pisamos fuerte asentando los talones. Cuando venimos de regreso, lo hacemos lentamente y de rodillas.

El verdadero amor no conoce de rubores.

Sólo el amor es capaz de resistir la tiranía del amor.

Los sentimientos nos encubren. El amor puro nos descubre.

Al amor también conviene sacarle punta de vez en cuando. Como a los lápices.

El amor es el único ejercicio existencial que ni agota ni se agota.

El amor es una caja fuerte en donde sólo caben dos.

Es más confiable el amor que nos da el otro que el mismo amor propio.

Para la amistad hay que llenar algunos requisitos mientras que en el amor todo requisito sobra.

Lo único vulnerable en el amor es el romanticismo.

¡ Cuán encantador puede llegar a ser un amor ruborizado !

Por aquello de que al amor se le exige más, es por lo que son más susceptibles los amores que los amigos.

Un error en la amistad se puede reparar con una copa de vino, mientras que un error en el amor, ni con todo un viñedo.

Dos amigos peleados, terminan siendo extraños entre sí. Dos amantes que se pelean, jamás serán extraños.

A las mujeres les dura más el amor porque tienen mayor capacidad de sueños.

Cuando la pareja logra un gran amor estable, es cuando cada uno de ellos es tan libre y responsable como el otro.

No toda relación de sexo conlleva amor pero, en cambio, toda relación amorosa desemboca en sexo.

Lo que más ennoblece al amor es su reciprocidad.

La única alienación excusable es la de los enamorados, porque deja una luz a la conciencia de sentirse esclavo y querer serlo.

Es de tal naturaleza poderoso el amor que la fuerza con que nos cambia rebota en el otro y a partir de nosotros, mientras nos cambia, está cambiando al otro.

El romanticismo es el llanto del amor puro.

En el amor no caben los conceptos del bien y del mal. El amor los ignora.

En la amistad se le da una gran importancia a los asuntos del otro. En el amor, esos asuntos del otro se vuelven propios.

Para que un amor alcance su plena realización debe previamente alimentarse de proyectos.

Siendo el sexo el factor que concreta al amor, el amor sin sexo no es otra cosa que ternura o compasión.

El amor es la horma del zapato de cualquier existencia en sus cabales.

El amor sólo es total cuando lo asumimos como un vicio.

El amor no nos salva de la muerte, pero al menos impide que tengamos que morir con el corazón arrugado por la soledad.

Foto Flickr «Corazón de piedra»: Verino77 / © Todos los derechos reservados por el autor