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de Mayo del 68 a Mayo del 98: recomponiendo las nostalgias por Jorge Echeverri González
Me resisto a creer que de mayo del 68 quede sólo una antología de gaffitis ingeniosos que en su momento irrumpieron en las paredes de París. El lenguaje no es un cristal puro a través del cual miramos limpiamente la realidad. El lenguaje es más bien un prisma que difracta en múltiples lineas de fuga la realidad. Que toma la realidad y la descompone tal como el prisma toma la luz blanca y la desarma en varios colores, pero que en otro momento toma varios colores y los recompone en un nuevo haz de luz diferente. Es posible que en las cronologías históricas futuras Mayo de 1968 figure sólo como una nota de pié de página pues no dejó hechos espectaculares como la toma de La Basilla ni un reguero de decapitados, ni se produjo la toma del poder. Más espectacular fue la caída del muro de Berlín 21 años después. Pero estos graffitis, fragmentos de un manifiesto político que nunca tomó cuerpo de tratado, podemos tomarlos como un símbolo de la transición de una época a otra. |
Mayo del 68 puede verse como la anti revolución. Como un movimiento que
no quiso, o no pudo, tomarse el poder político. Como el grito estertor
de una modernidad que se acaba y como el principio de una sociedad post
industrial que ya está presente. Mayo del 68 sembró nuevos valores y
creó actitudes distintas. Puede simbolizar el nacimiento de los
movimientos ambientalistas, de los movimientos feministas y de las
actitudes radicales ante la guerra. De una nueva visión de vida en
armonía con la naturaleza simbolizada en la aparición de múltiples
dietas sanas y el auge de los "alimentos naturales". De un rechazo a la
sociedad de consumo, así sus protagonistas hayan terminado viviendo de
ella o en ella. De una nueva concepción política y educativa. En lo político después de Mayo del 68 se pueden esquematizar dos corrientes dominantes: tanto el social totalitarismo que intenta homogeneizar el pensamiento, masificar el gusto y la conducta y buscar la satisfacción de las necesidades básicas (tendencia que casi como fósil histórico podemos ver aún hoy en la lejana y aislada isla tropical de Cuba), como el individualismo anarquista que no reconoce fronteras, rechaza los nacionalismos, lucha contra la división de clases sociales y reniega de los partidos políticos. Estas tendencias luchan por imponerse y en el momento de mayo del 68 fueron contemporáneas del asesinato de Martin Luther King y Robert Kennedy en los Estados Unidos de América, de las protestas contra la guerra de Vietnam, del concierto de Woodstock y de los puños enguantados en negro de los "panteras negras" que suben al podio de los vencedores en los juegos olímpicos. En este sentido mayo del 68 tiene sus coletazos en el seno del mayor imperio del mundo contemporáneo. Y auncuando inmediatamente en Francia se afianzó la derecha degaullista, desde entonces la visión del estado no puede ser la misma. |
Pero también es contemporáneo en otros ámbitos de la muerte del cura
católico Camilo Torres en su primer y único acto guerrillero en las
montañas de Colombia. De la muerte del Che, el idealista internacional
acorralado en las montañas de Bolivia. (¿Quién es el Che? Me pregunta mi
hijo de 20 años que lee estos renglones por encima de mi hombro,
mientras desgrana su aburrimiento por haberle interrumpido el desarrollo
de su último juego electrónico para escribir este artículo). En la
Primavera de Praga irrumpen los tanques soviéticos y otras represiones
dejan tendidos jóvenes muertos en la plaza de Tlatelolco o producen los
genocidios de Camboya. Heroicos guerrilleros pueden transformarse en
terroristas o ser totalitarios desde el gobierno, pero también se inicia
el derrumbe de los estalinismos de estado. En lo educativo se ataca frontalmente el autoritarismo académico y se irrespeta la palabra sagrada del venerable profesor. Se lucha contra la obediencia civil y se rechaza el culto al orden. Existe la voluntad de modificar el curso de la vida y de participar en la historia, tanto en la macro como en la cotidiana. La escuela calcada de la modernidad industrial empieza a saltar en mil pedazos que aún hoy no se han recompuesto. Tampoco la academia desde entonces puede ser la misma. Y aunque la imaginación finalmente nunca llegó al poder ni a la escuela, si trata de controlar las barreras que le colocó la razón instrumental en estos siglos de imperio tecnológico.
© Jorge Echeverri González ( Todos los derechos reservados por el autor ) ![]() |
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